Los túneles secretos del metro de Nueva York no sólo son famosos —y atractivos— por la fascinación que la gran mayoría de las personas sentimos por lo oculto. Si bien ésta debilidad por lo extraño es clave para que volteemos a ver con curiosidad sus estaciones abandonadas, mucho del asombro que nos despiertan se debe a su historia.
Por un lado, estamos hablando de uno de los sistemas de transporte más viejos en su tipo alrededor de todo el planeta Tierra. El octavo, a decir verdad; que tal vez así no suene muy sorprendente, pero si mencionamos que tiene más de 118 años y que sus primeros ensayos se dieron a finales de los 1800 ¡vaya que sí suena increíble! Y entonces esto quiere decir que sus «pasos ocultos» pueden ser una atracción rara, sí, pero sobre todo vestigios de un mundo que ya no es. Restos y piezas fragmentadas de episodios que forjaron a la humanidad.
Cápsulas que se quedaron en el pasado, por fortuna. Pues por otro lado —para seguir hablando de esta fascinación—, la extrañeza que sentimos se debe también a sus sórdidos ayeres. Al underground literal que hay en su trayectoria. Desde sus múltiples choques y accidentes, hasta sus años de máxima delincuencia y graffiti. Todo esto pasando también por sus etapas de lujo y signos de modernidad, frente al contrastante declive social donde personas sin hogar (gente-topo) tuvo que construir su vida.
¿Por qué las cerraron? ¿Qué sucedía allí? ¿Cómo era la vida de la ciudad al momento de su clausura? ¿Cuáles pudieron ser sus días de gloria? ¿No tendrán remedio alguno, si algunas de ellas son tan hermosas? Éstas y muchas otras preguntas revolotean en el aire cuando vemos estas estaciones abandonadas y secretas.
Sin más preámbulos, aquí nuestros pasajes subterráneos favoritos en la ciudad que nunca duerme.
7 túneles secretos del metro de Nueva York
Un paseo maravilloso que no necesita de tu Metrocard, pero sí de tu absoluta discreción. Andar en túneles abandonados, además de ser ilegal, es peligroso.
Estación Old City Hall
Empecemos por lo increíble. City Hall fue la primera estación de metro de Nueva York que se abrió al público en 1904.
Su belleza es resultado del diseño en conjunto de los arquitectos George Lewis Heins y Christopher Grant LaFarge —quienes construyeron la Catedral de St. John the Divine—. Rafael Guastavino y Gutzon Borglum —el escultor que trabajó en Mount Rushmore—.
Un espacio que cuenta con espectaculares arcos, tragaluces y candelabros. El servicio en la estación se interrumpió en 1945, pero hoy el Museo de Tránsito de Nueva York ofrece recorridos por la estación para sus visitantes.
Atlantic Avenue y su túnel
Ahora, una pieza histórica sin par. Con una extensión de media milla desde Columbia Street hasta Boerum Place en Cobble Hill, este túnel ostenta la distinción de ser la vía subterránea más antigua del mundo, reconocida por el Libro Guinness de los récords mundiales en 2010.
Originalmente construido en 1844 —para mejorar la congestión de las calles y los problemas de seguridad—, el túnel se selló desde 1861 hasta que un hombre llamado Bob Diamond lo redescubrió en 1981. Él realizó recorridos turistas desde 1982 hasta 2010, cuando el Departamento de Transporte canceló abruptamente su contrato de uso.
No obstante, partes de esa estación —como el techo con bóveda de cañón— las puedes ver en el subterráneo bar speakeasy Le Boudoir (de Brooklyn Heights).
East 18th Street
Una bella estación abandonada que fue parte del primer sistema de metro IRT que se inauguró en 1904 a lo largo de la línea 6. Ésta se cerró cuando comenzó un programa de extensión de la plataforma en 1948 y decidió alargar las plataformas en 14th Street y 23rd Street en su lugar.
Puedes echar un breve vistazo a la estación desde el tren 6, entre las calles 14 y 23. Desafortunadamente, la vista no será del todo gratificante; las condiciones actuales de su techo de cristal y elementos decorativos diseñados por Heins & LaFarge —quienes también diseñaron la City Hall Station— distan mucho de su belleza original.
La Vía 61 de Grand Central Terminal
Ésta era una plataforma especial debajo del hotel Waldorf-Astoria que permitía a los huéspedes con vagones de tren privados encaminarlos directamente al hotel. Allí podían tomar un montacargas privado para ingresar al edificio. Un bocado de exclusividad que el prestigioso hotel se pudo dar al construirse sobre las vías del antiguo Ferrocarril que conectaba con Chicago. Dato importante: Andy Warhol hizo una «fiesta clandestina» en esta vía durante 1965.
El túnel de Myrtle Avenue
Un famoso trayecto de Manhattan a Brooklyn que en 1980 fue ocupado por el artista Bill Brand. Él instaló 228 paneles pintados en un lado de la plataforma abandonada y una caja de luz ranurada en el otro para crear su obra: Masstransiscope. Su propia versión de un zootropo que puedes ver desde los autos B o Q en dirección norte que salen de DeKalb Avenue en la vía exprés. Uno de los túneles secretos del metro de Nueva York que a la fecha siguen fascinando a todo visitante.
West 91st Street
Si te gustan los escenarios distópicos, éste es tu lugar indicado. Ubicada a pocas cuadras de la estación de la calle 96 en la línea 1/2/3, esta estación fue otra víctima de las extensiones de la plataforma en la ciudad y cerró en 1959. Hoy, puedes ver la estación mientras viajas en el tren 1 —o el 2 y el 3 si no hay otros trenes en el camino—.
Worth Street
Ubicada entre Canal Street y el puente de Brooklyn en la línea original de Interborough Rapid Transit (IRT), debajo de la acera en el lado oeste de Foley Square, esta estación se cerró en 1962 y es señal de una urbe que creció sin mirar atrás. Un encanto para quienes amamos las vistas más salvajes de esta ciudad.