Además de sus funciones oficiales de acervo y repositorio, divulgación y exhibición, en apenas once años de vida el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) ha hecho de brújula y faro: un auténtico posibilitador de experiencias estéticas frente al arte contemporáneo en México.
Amanda de la Garza se unió al museo como curadora en 2012 y, por lo tanto, ha acompañado profesionalmente al MUAC durante la mayor parte de su existencia. En febrero de 2020 fue designada Directora del museo y de la Dirección General de Artes Visuales, como parte de un cambio generacional. El primero que atraviesa el museo tras la gestión de Graciela de la Torre.
En entrevista a días de tomar el cargo, De la Garza repasa la actualidad y los planes a futuro del museo, su labor divulgativa, la línea curatorial que lo ha consolidado como un ícono en México y Latinoamérica, y cómo se ha transformado su quéhacer en el recinto.
¿Cómo recibes la dirección del MUAC tras tu nombramiento?
Con una estructura organizacional, una infraestructura muy desarrollada, procesos de trabajo muy andados y finanzas sanas. Me entusiasma mucho la posibilidad de trabajar con el equipo cuál va a ser el siguiente nivel al que podemos ir como museo universitario. Después de un proceso de consolidación o de edificación en un periodo relativamente corto para una institución, el MUAC ha alcanzado muchísimos logros muy importantes. Es hoy un referente de arte contemporáneo a nivel mundial y eso nos permite pensar cuál es la siguiente etapa que me toca dirigir.
¿Cómo quieres que se piense el MUAC durante tu gestión?
Como un museo con una oferta diversa, muy amplia, que atiende a públicos distintos (con diferentes intereses, niveles de conocimiento o de acercamiento hacia el arte). Es decir, tenemos públicos que por primera vez vienen a un museo de arte y públicos especializados (como académicos y artistas que también son parte de nuestro público). O jóvenes que les gusta el arte y son también visitantes frecuentes al museo. También familias.
Queremos ofrecer esta diversidad no sólo en términos de exposiciones, sino también en todas nuestras actividades. El museo es un organismo vivo y hay muchísimas actividades; como el área de programas públicos, talleres, visitas, conferencias y seminarios. Es un museo con una actividad muy prolífica dentro y fuera de las instalaciones.
También me gustaría pensar en una oferta de carácter internacional, sin que eso signifique ir en demérito de la escena local. Para mí es muy importante seguir manteniendo una relación con los artistas y la comunidad local —de la escena local—, pero al mismo tiempo seguir trabajando con muchos otros socios de redes internacionales, que nos permiten tener una oferta más rica.
Otro tema sería poner en relieve nuestras colecciones, tanto documentales como artísticas. Estamos trabajando en las estrategias para avanzar en esos temas durante los próximos años. Estos cambios toman un tiempo en desarrollarse; no se identifican de manera inmediata.
Más de una generación ha crecido de la mano del museo, ¿qué hay de continuar este proceso de acompañamiento y acercamiento al arte contemporáneo?
Algo muy importante para nosotros son las actividades públicas, porque es la vía por la cual podemos acercar a la gente que viene al museo… Muchas veces existe, por parte de las personas, una percepción de que el discurso y las prácticas artísticas contemporáneas son incomprensibles, que no son objetos estéticos, etcétera.
Entonces, a partir de los problemas públicos es que hemos ideado muchísimas estrategias para acercar a los visitantes al museo. Porque es una labor fundamental ofrecer esa oportunidad… No pensamos en el sentido de educar, sino de cómo propiciamos una experiencia para los espectadores, para el público diverso entre sí, de tal manera que tengamos actividades que puedan funcionarle a los diferentes públicos.
Parece muy clara hacia el exterior la línea y los criterios curatoriales de cada una de las exposiciones en el MUAC con énfasis en lo estético-político y lo histórico. ¿A qué se debe esta línea?
Las diferentes líneas de trabajo que hemos desarrollado en términos de las exposiciones y de los programas públicos en los últimos años tienen que ver fundamentalmente con que somos un museo universitario que se plantea como un espacio crítico, un espacio de pensamiento y de desarrollo intelectual; es decir, el arte no es nada más un objeto para contemplar, para un disfrute meramente estético. Porque eso tiene que ver con las prácticas artísticas contemporáneas, que precisamente no hablan solamente de la noción del objeto bello, sino de la sociedad. De las problemáticas en las que estamos inmersos. Nos hablan del momento presente y tienen vínculos con otras disciplinas, con otras teorías sociales. Tienen una particular relación con la sociedad y con lo que está aconteciendo… En ese sentido, al pertenecer a la UNAM, gozamos de una enorme libertad en términos de programación de los contenidos. De hablar temáticas que son difíciles de abordar, complejas; que no son sencillas porque tienen perspectivas que no son fenómenos unidireccionales.
Esta gestión va a mantener esa línea, a trabajar en otras nuevas…
Creo que es importante reconocer todo lo que se ha hecho. Los logros que han tenido esas líneas curatoriales. Y al mismo tiempo replantearnos si esas líneas están respondiendo a lo que está sucediendo en el arte contemporáneo. Hoy nos hemos puesto la meta junto con el Curador en Jefe del MUAC y el equipo curatorial, de replantearnos las líneas curatoriales, pensando a dónde pueden ir.
El perfil estético-político es una definición muy importante para mi gestión y para el equipo curatorial. Ha sido una de las marcas más importantes de la gestión de Cuauhtémoc Medina como Curador en Jefe del MUAC y me gustaría que eso se mantuviera. Pero al mismo tiempo hay que pensar qué tipo de preguntas nos hacemos dentro del amplio panorama de lo estético-político, y qué otros aspectos necesitamos atender y abordar… Uno de ellos lo he planteado en varios momentos en estos días y es sobre las problemáticas de género y el feminismo; lo que plantea el feminismo como temas urgentes en la agenda social, que ha impactado de manera importante en las producciones artísticas.
Nosotros no planteamos temas per sé, sino seguimos lo que están haciendo las producciones artísticas, y lo que están escuchando y respondiendo a todos estos cuestionamientos y urgencias sociales también.
En el sentido de la colección y el crecimiento del acervo, ¿cuáles son los planes a futuro próximo?
Por un lado, nuestra política de adquisiciones de obra de arte moderno y contemporáneo va a seguir. Lo mismo que de colecciones documentales. Es un proceso muy importante para el museo y hemos ido avanzando, en la medida de lo posible estos años, para incrementar nuestro acervo; estos acervos son patrimonio de la Universidad y de todos los mexicanos.
Por otro lado, queremos inaugurar una nueva vertiente que es la colección de Diseño moderno y contemporáneo en México. Creemos que de alguna manera esto completa una mirada sobre cómo se construyó la modernidad en México… El Diseño moderno y contemporáneo ha formado parte de la escena cultural durante todos estos años, pero ha sido poco atendido por las instituciones culturales. Sobre todo en el ámbito de lo público, ya que hay museos privados que sí dedican sus colecciones y exposiciones al Diseño. En ese sentido, este año empezamos con la primera parte de las adquisiciones de esta colección y la idea es ir fortaleciendo a lo largo de los próximos años este otro brazo que formará parte de nuestras colecciones.
¿Podemos esperar una exposición permanente?
Estamos evaluando si ésa sería la estrategia a futuro para tener una sala con nuestra colección… En qué medida y de qué forma funcionaría, al mismo tiempo si se podría engarzar con revisiones más amplias de la colección y cómo se articularía con el resto del programa de exposiciones. Definitivamente estamos evaluando cuáles son las posibilidades para tener de manera mucho más presente nuestra colección artística en las salas del museo.
¿Qué ha cambiado en estos días respecto a tu quéhacer en el MUAC?
Uno de los cambios principales es que ahora debo tener una visión de conjunto, al mismo tiempo que detalle de todos los procesos que ocurren en el museo. Tengo muchísimas citas de trabajo, sobre diferentes temporalidades: en una visión a corto plazo de lo que se necesita resolver de manera inmediata, pero también en una perspectiva de hacia dónde queremos llevar el museo en los próximos años. Todos los planes tienen que correr simultáneamente.
Eso ha cambiado mucho. Mi agenda está totalmente desbordada, pero estoy muy contenta Me siento muy entusiasmada por esta encomienda; muy honrada de poder trabajar con el museo en un puesto diferente al que tenía y de poder llevar a cabo muchas de las ideas que tengo para el museo en conjunto con el equipo.
¿Qué opinas de la ‘Semana del Arte’ y el circuito de las ferias en México?
Creo que es un momento de enorme vitalidad para el mundo de la cultura en México; en específico de las artes visuales. Ahora hay un sinnúmero de ferias. Ya no las ferias establecidas principales, sino que hay ferias independientes, alternativas… Hay una abundancia y circulación importante de personas de otras partes del mundo, interesadas en venir a México. Esa vitalidad y esta atención hace que haya una riqueza de la oferta cultural y diversidad. Creo que eso se ha consolidado cada vez más en los últimos años.
Esa permeabilidad con otras personas —profesionales de museos, artistas que vienen de otras partes del mundo— es benéfica para la escena mexicana. Y nosotros participamos con inauguraciones; ése es el tipo de participación que tenemos como institución en la llamada ‘Semana del Arte’. Espero que la calidad de la oferta cultural se mantenga en los próximos años.
¿Cuáles son los planes para los espacios periféricos que no están centralizados en el CCU, como el Museo Experimental El Eco y el MUCA Roma?
En el caso del Museo Experimental El Eco y MUCA Roma, estos tienen sus propias direcciones y un programa autónomo; sin embargo, están supervisados bajo la Dirección General de Artes Visuales. Me gustaría integrar mucho más las actividades que hacen estos dos recintos. Dar una perspectiva de que pertenecen (a la Digav) y proyectar los programas que están haciendo en términos de exposiciones y programas públicos. Que se conozca mucho más lo que se está haciendo en esos espacios, que también es muy relevante.