Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Elvis la película

Elvis: a propósito de la biopic y el impacto del Rey en la cultura actual

La película biográfica de Elvis es un retrato de la sociedad estadounidense, a través de la vida de un hombre que ha marcado al mundo entero.

Si uno escucha por completo el primer álbum de Elvis, de principio a fin, se puede oír el infierno. Ese cono de perdición al que tanto temían las familias más conservadoras de los años 50 en Estados Unidos —empezando por aquellos a quienes terminaríamos conociendo como WASP’s, protestantes blancos anglosajones por sus siglas en inglés—. Desde el primer track, que no resulta otro más que Blue Suede Shoes, es evidente que el pecado hila todas y cada una de las canciones en este disco; una voz seductora, un sonido desenfrenado, una invitación al ocio y al disfrute, una declaración de irreflexivo y entregado romance juvenil… No podía existir mayor festín para las ánimas de la decadencia. Pero sobre todo, estaba allí un ritmo que provenía de un lugar peor y guiaba a las fauces del más allá: la periferia. La música de los negros. Lo que escuchaban quienes «no debieron tener siquiera la posibilidad de generar sonido alguno». Y hoy no podríamos ser más afortunados de que El Rey se haya formado con esos cantos y acordes; de que haya decidido irrumpir con ello en la radio de su época.

Elvis, ahora hablando de la cinta biográfica dirigida y co-escrita por Baz Luhrman, persigue con todas sus fuerzas demostrar la bendición cultural que significa este hombre para el mundo entero. Sin embargo, y aunque no se puede negar la trascendencia de Presley, ¿son completamente ciertos los procesos y las tesis que muestra el director más glam del cine contemporáneo en esta biopic? La emoción del filme nos haría pensar que sí. La reivindicación del rey como paladín de la diversidad, a ojos de los nuevos años 20, por supuesto que suena convincente. Pero no nos adelantemos; vayamos paso a paso.

¿De qué trata la película de Elvis?

Si bien podemos afirmar que Elvis es un repaso puntual por los momentos cúspide en la vida y trayectoria del rey, también es posible entender esta cinta —sobre todo— como un análisis profundo de la sociedad estadounidense. Como el retrato emocional de un país entero durante años cruciales para su cultura y los cambios sociales que flotaban en el planeta entero comandados por la agitación norteamericana. Vinculando las transformaciones de medio siglo XX con las propias tribulaciones y dudas existenciales de Elvis Presley, vemos también un claro viaje del protagonista desde la inocencia y las ansias por comerse el mundo, hasta la agonía y la soledad, que retratan a su vez la evolución de la especie humana en camino hacia un nuevo milenio. Frente a nuestros ojos: la degradación de un mundo idílico y hasta cierto grado ingenuo.

Asimismo, Luhrman se empeña en mostrar un carácter extremadamente redentor en torno a Presley. Es él un héroe de la inclusión y del fin de los conflictos raciales, a ojos de este relato. Y aunque en buena medida podemos advertir en la música de Elvis un punto de inflexión crucial para la inserción de la cultura negra en el mainstream, así como la disolución de ciertos «límites» sociales, no podemos dejarnos seducir tan fácilmente por las licencias narrativas que se dio el director en esta película.

Elvis Presley

Por ejemplo, en una escena donde Chuck Berry platica con Presley sobre los conflictos creativos y existenciales de éste, el primero le dice con seguridad —según los guionistas, claro— que él puede hacer lo que quiera por el simple hecho de ser blanco. Como si en sus manos estuviera la responsabilidad de llevar los buenos sonidos a las masas. Como si el único conflicto de Elvis hubiera sido tomar la decisión de hacer música negra o no. Pasando por alto que el problema verdadero no era que la comunidad blanca y conservadora de Estados Unidos escuchara estos ritmos y letras, sino que un joven blanco se «rebajara»al nivel de dichas composiciones. Que al ser de una «raza superior» decidiera entregarse al espíritu salvaje del blues, corrompiendo a la juventud de la «buena sociedad».

Finalmente, un aspecto de fondo más fuerte se pierde vista en esta cinta. Si bien Luhrman ensalza a Elvis como un bastión para proyectar la música negra hacia públicos mayores, se pierde de vista que esta posición no fue del todo alabada por las comunidades afrodescendientes y que podría ser, incluso, entendida como un engrane más del racismo sistemático en aquella época.

¿Elvis Presley era racista?

Muy probablemente no, en el sentido de un segregacionista comprometido. Sin embargo, su postura creativa y de negocios está empapada de racismo. ¿Esto borraría su contribución a la música popular y le haría merecedor de ser eliminado? Imposible. Pero no debemos negar tampoco esta verdad, porque son omisiones de esta naturaleza las que nos impiden seguir avanzando.

En 1957, entre la comunidad negra se inició un rumor sobre la hipocresía y doble moral del cantante. Según se contaba, en una entrevista había dicho: «Lo único que pueden hacer los negros por mí es comprar mis discos y limpiarme los zapatos». Algunas personas decían que esto había ocurrido en la radio de Boston. Otros aseguraban que había sido en el show televisivo Person to Person, del periodista Edward R. Murrow. No obstante, Elvis no había estado en dicho estado ni había sido invitado a ningún programa del conductor, así como tampoco se hallaron grabaciones al respecto.

Elvis Presley acusaciones de racismo

En otra ocasión se dijo que Presley había asegurado: «Prefiero besar a tres mujeres negras que a una mexicana». Una frase que el mismo artista trató de desmentir, que varios historiadores han analizado para demostrar su falsedad, pero que finalmente caló hondo en la percepción que se tenía de la estrella en México y América Latina. Una declaración de la cual no se tiene registro y que sigue fungiendo como detractora de su persona y visión progresista.

Elvis y el coronel Tom Parker

Sin embargo, sí que se tiene registro de un Elvis explicando sobre su estilo y la inspiración que le traía un intérprete como Arthur Crudup —leyenda del blues—: «Solía decirme que si llegaba a su altura sobre un escenario, sería un músico como nunca nadie había visto». Una sentencia paternalista y condescendiente que demuestra la base racista –seguramente inconsciente— en la carrera del rey. ¿Sabía él que la música negra estaba limitada a ciertos circuitos de raza y que esto lo haría único frente a la población blanca? Sí. ¿Depuraremos a Presley de la historia musical? Jamás. Sin su figura mucho de lo que hoy conocemos no sería posible.

Impacto y aportaciones de Elvis a la cultura pop

Uno de los aspectos más interesantes de la biopic de Luhrman es la manera en que ésta proyecta el legado de Presley hacia la actualidad. En la misma escena donde el cantante se dirige a Beale Street para reencontrarse con Berry y sus orígenes se escucha un remix a cargo de Diplo y Swae Lee. Una canción que hace evidente la herencia de Elvis en el presente. ¿Eminem como parte del soundtrack? Sí, otro hombre blanco haciendo historia con un género predominantemente negro. También podemos encontrar a Doja Cat como un ejemplo claro de que la música pop de hoy se enmarca con la producción afrodescendiente. Además, las canciones en el soundtrack de Elvis fueron reconstituidas en mixes que resaltan el espíritu rebelde y gospel que nos dejó el cantante para la posteridad.

Elvis cantando Jailhouse Rock
Metro-Goldwyn-Mayer, Inc.

De la misma forma, y gracias a la frenética narrativa visual de Luhrman, podemos entender los cambios de paradigma que masificó Elvis. Un ritmo sensual que dio libertad de movimiento a las mujeres de su época al bailar (sin necesidad de un hombre que restringiera el paso). Una imagen exuberante y de ruptura con la masculinidad de antaño. Una interpretación que conectó a sus espectadores —tanto mujeres como hombres, lo cual es retratado magníficamente en la cinta— con su sexualidad. Un show que rompió con las barreras sociales.

Finalmente, la moda es otro de los paisajes culturales donde Presley imprimió su personalidad. En el filme, es Miuccia Prada —junto con la diseñadora de vestuario, Catherine Martin— la encargada de reinterpretar algunas siluetas y cortes de Elvis para que podamos entender ahora, con los ojos del siglo XXI, la relevancia y atemporalidad del estilo que exudaba el rey. De la estética que hasta la fecha nos sigue donando, reformulando el significado del armario «masculino». Ni hablar de las maravillas que el maquillaje hace con este film.

Tal vez sí, Elvis ha abandonado el edificio (Elvis has left the building)… pero jamás dejará este mundo.

**

¿Cuándo se estrena Elvis en México?

Será el 14 de julio de 2022. La biopic ya tuvo su estreno mundial durante la gala número 75 del Festival de Cannes, el 25 de mayo de 2022, y ha logrado desbancar a Top Gun: Maverick en el primer puesto de venta de entradas en los cines de Estados Unidos. Elvis se podrá ver vía streaming en HBO Max, según apuestas de la prensa especializada.

COMPARTE

contenido relacionado