«Cerdo inculto», se quejaba el Señor Cara de Papa tras modificar su cuerpo, queriendo hacer una broma más o menos intelectual a su amigo alcancía en Toy Story, Hamm. Con sus partes intercambiables, un brazo más arriba, una oreja por abajo, ojos asimétricos y boca de lado, el juguete hacía, de hecho, referencia a las distintas etapas artísticas de Picasso. Vemos ahí sus períodos cubistas, expresionistas y hasta surreales, pasando incluso por sus revisiones a los clásicos. Pero para que sepamos con exactitud a qué aludía nuestra querida figura de Playskool, debemos poner atención. Hay un poco de todo en ese chiste, aunque muy clara la relación de su comentario, y debes saberlo. Sobre todo, para que no creamos que el cubismo fue única y exclusivamente a lo que se dedicó este artista plástico del siglo XX. Habiendo incursionado en otras corrientes más figurativas —de distintos estilos también—, Picasso es más que trazos geométricos y deconstruidos.
Quién fue Pablo Picasso
Picasso, uno de los artistas más influyentes del siglo XX y hasta nuestros días, nació en 1881, pasando la mayor parte de su vida en Francia. La capital donde los genios de vanguardia en aquella época debían estar, pasara lo que pasara. Allí produjo una ingente cantidad de piezas e innovó en el mundo del arte con distintos estilos, ayudando incluso a crear nuevas corrientes pictóricas y definiendo a su vez la figura del creativo moderno.
Como ya dijimos, Picasso es reconocido por su gran e impactante faceta en el cubismo. Pero no debemos olvidar que también fue maestro del surrealismo —a pesar de que él no se consideraba adepto de esta corriente— y el expresionismo.
Murió en 1973, fue Director del Museo del Prado, obtuvo un Premio Internacional de la Paz y fue miembro del Partido Comunista Francés. También fue uno de los pocos artistas que se hizo millonario en vida con la venta de sus obras. Hoy es el artista con más cuadros en el ranking de pinturas más caras jamás vendidas.
Obra de Picasso
Un importantísimo dato que no debemos pasar por alto es que él fue uno de los artistas más prolíficos de su era. Al final de su vida había realizado 30 mil grabados y litografías, 7 mil 089 dibujos, 1 mil 885 pinturas, 342 tapices –explorando otros horizontes del arte— 150 cuadernos de bocetos y, finalmente, 1 mil 228 esculturas y 2 mil 880 cerámicas en otra apasionante faceta de su carrera.
Cuáles fueron las etapas artísticas de Picasso
Siempre innovador y gran cazador de la libertad —«El mundo de hoy no tiene sentido, así que por qué debería pintar cuadros que lo tuvieran», decía—, fue un artista sin constantes, aunque creamos lo contrario. En su trayectoria, entonces, podemos hallar procesos cubistas, expresionistas, surrealistas, neoclásicos, escultóricos, artesanos y hasta prototípicos del diseño industrial. También experimentó con la multimedia antes que muchos y la imaginación siempre fue su reino de diversión. Aquí, un listado de sus etapas.
Período Azul (1901 – 1904)
Superados sus años de aprendizaje, sumergido en una profunda depresión por el suicidio de su amigo Carlos Casagemas y en plena necesidad de plasmar su tristeza, Picasso abrió esta etapa en su pintura. Rostros alargados, cabezas agachadas, miradas profundas, personajes aislados e introspectivos, escenarios minimalistas y un fuerte sentimiento de perdición plagan este período. Uno de los más aplaudidos por la crítica y el público en general.
Período Rosa (1904 – 1907)
Abrazado por escenarios bohemios, cálidos y festivos en París, Picasso exploró esta otra faceta cuando se mudó a Montmartre. Juglares, arlequines, acróbatas, payasos, bailarinas, cabarets, cómicos, artistas y poetas son parte de la fauna que retrató en este scope de bullicio vanguardista y pastel. Aunque, ojo, esto no borró expresiones de soledad y tristeza, incluso indiferencia, en sus pinturas. Un período interesantísimo de preguntas y reflexiones existenciales.
Período Negro (1907 – 1909)
Uno de nuestros favoritos. Influenciado por la cultura africana, Picasso comienza en este lapso una experimentación gráfica que lo dirige ya hacia los terrenos del cubismo. Trazos angulosos, deconstrucciones, matices, énfasis y nuevas técnicas plagan esta colección.
Cubismo (1909 – 1919)
Perspectiva sin perspectiva, aquí una de sus máximas revoluciones. Una pintura que buscaba la esquematización de la realidad y una expresividad que le acercara a la pureza del soporte.
Aunque más tarde sería extinto por la Primera Guerra Mundial, este movimiento ha influenciado las artes hasta nuestros días con su descomposición en varios planos, planteamiento de distintos puntos de vista, abstracciones intelectuales, inclusión del collage, el arte como decoración, la conceptualización del sentimiento y un espíritu minimalista casi arquitectónico. El punto más álgido de fama entre todas las etapas artísticas de Picasso.
Neoclasicismo (1917 – 1927)
Sin haber terminado su período cubista, Picasso se embarcó en esta otra gran aventura donde —al igual que otros artistas– se deja enamorar por los movimientos del ballet, las ironías de la aristocracia, los ambientes familiares y el deseo de paz. Ojo a sus abordajes al terreno del gigantismo.
Surrealismo (1925 – 1935)
Los surrealistas estaban muy de moda en la segunda mitad de los años veinte y, aunque Picasso siempre quiso mantener su distancia de esta corriente, realizó algunas obras que se enmarcan en este estilo. Que incluso son clave para entender este movimiento; André Breton lo aseguraba y sostenía. Monstruos, sin-sentidos, fantasmas, siluetas oníricas y grandes metáforas del sufrimiento se dejan ver en esta era.
Expresionismo (1937 – 1947)
Otro de los períodos que más amamos y que más suelen referenciar en la cultura pop, el expresionismo de Picasso se ve influenciado sí por su etapa cubista, pero sobre todo por el ambiente que marcan la Guerra Civil Española y el auge del fascismo en Europa. Fuerza, desesperación, dolor y súplica se funden en colores oscuros y sombríos que desgarran al espectador en un sentido anti-bélico.
Período Vallauris (1947 -1954)
Una etapa en la que se dedicó a diseñar platos y cerámicas mientras disfrutaba de su retiro en la Costa Azul. Sesenta años y Picasso había abandonado la pintura para ahondar en la escultura y el trabajo sobre arcilla, lo que le llevó a realizar más de 600 sorprendentes piezas. Una de las etapas artísticas de Picasso más apasionantes.
Última etapa / Revisionismo (1954 – 1973)
Ya siendo un pintor retirado, disfrutando de su tranquilo mundo en Costa Azul y estudiando a grandes figuras de la historia del arte, Picasso se dedica a reinterpretar a Rafael, Manet, Velázquez, Delacroix y varios más. Influenciado una vez más por el cubismo que él mismo instauró, el artista nos da una faceta de geometrías, abstracciones y expresionismos realmente perfeccionada por el tiempo.
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Ahora sí, «¡Mira, Hamm! Soy Picasso».
