Fred Armisen se unió al elenco de Saturday Night Live en 2002, ahí rindió homenaje a sus raíces latinas –su madre es venezolana– con sketches que hacían alusión a las telenovelas mexicanas y sobre todo con Fericito, uno de sus más grandes personajes. Armisen es uno de los muchos latinos que ha ayudado a que una audiencia global se familiarice con una cultura que sienten ajena, pero tal vez su mayor esfuerzo lo logra con su nueva serie para HBO, Los Epookys.
Hablada casi en su totalidad en español –Armisen confía que si el 90 % del planeta ve películas subtituladas, los angloparlantes pueden hacer un esfuerzo por ver algo en español–, Los Espookys es una comedia que muestra a cuatro amigos, Renaldo, Ursula, Andrés y Tita, con un trabajo peculiar, son técnicos del terror. Se dedican a crear experiencias fantasmagóricas y espeluznantes hechas a la medida del cliente –ya sea un padre que quiere incrementar su popularidad fingiendo un exorcismo o un alcalde que busca inventar un monstruo marino para atraer el turismo en su localidad.
De Latinoamérica para el mundo
Fred Armisen contactó a Julio Torres –escritor de las nuevas temporadas de SNL y creador de sus mejores sketches en los últimos años– y a Ana Fabrega –banquera convertida en comediante– para darle vida al proyecto. Torres es salvadoreño, Fabrega tiene padres panameños y grabaron el programa en Chile, por lo que pronto la mezcla de culturas –y acentos– hizo que la historia no se situara en la CDMX, sino en un país no mencionado.
Mientras otras series con personajes latinos hablan atinadamente de raza, cultura y cuestiones sociales relevantes, los creadores del programa optaron por dejar eso de lado y simplemente hicieron una serie de comedia con personajes latinos, alejándose de los clichés y permitiendo que los protagonistas se desenvolvieran bajo sus propios reflectores.
Del absurdo al surrealismo
Algo que hace único al programa es la facilidad con la que hace que la audiencia acepte lo absurdo del programa. Tita, quien trabaja en un orfanato haciendo girar el ventilador del padre, al ser despedida simplemente dice: “Bueno, así es la vida. Un minuto eres ventilador y al siguiente ya no. Muchas gracias por la oportunidad”.
También está la personalidad profunda y esotérica de Andrés, un joven con cabello azul, heredero de un imperio de chocolates y que tiene un pasado misterioso que menciona cada vez que puede. Estos actos se acercan a las escenas del realismo mágico que han llenado las hojas de la literatura latina en las últimas décadas, como cultura aprendimos a aceptar lo inaudito con extrema facilidad.
Del otro lado de la balanza, los mexicanos Bernardo Velasco y Cassandra Ciangherotti dan vida a Renaldo y Úrsula, dos personajes más realistas, pero no por eso menos interesantes.
Los Espookys es la prueba de que la libertad creativa tiene lugar en los nuevos formatos televisivos. Atrás quedaron los días de las sitcoms con risas enlatadas en las que parejas blancas, heterosexuales y encartonadas nos obligaban a aceptar y digerir su contenido. Aquí tenemos a un joven latino de cabello azul comprometido con un novio al que no sabe si ama u odia, pero que resalta no por su apariencia, nacionalidad o preferencia sexual, sino por la peculiaridad y elocuencia de su personaje.
Sin duda la serie no será para todos, después de todo se trata de escritores con raíces latinas que viven en Nueva York y que están haciendo comedia con un humor bastante específico, pero con un poco de suerte, llegará a la audiencia adecuada, esa que está lista para abrazar lo nuevo, lo diferente… lo espooky.