Los archivos_del_aislamiento_ son un ejercicio creativo que busca la documentación y el repositorio tanto de nuestras visualidades como de nuestras experiencias durante el confinamiento ocasionado por la precaución ante el COVID-19.
El mapeo resultante ocasionará un expediente gráfico de nuestras actividades y pensamientos durante la aparición del virus.
Patricia Conde es una galerista y promotora de la fotografía en México. Su galería homónima es un total referente de la imagen en nuestro país y uno de los centros culturales que marcan el pulso en la CDMX. Su nombre está consolidado a nivel internacional como una mujer fundamental en el desarrollo y la divulgación de las artes fotográficas.
Esta plática se tuvo el día 26 de mayo de 2020.
Puedes visitar su página oficial dando clic aquí.
Dirección creativa: Daniella Feijóo
Dirección editorial: Alejandro López y Eduardo Limón
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Acento: ¿Cómo ha atravesado el confinamiento Patricia Conde Galería?
Patricia Conde: La pandemia nos obligó a detenernos completamente. Al inicio de ésta, yo había ido a Houston al FotoFest, que se realiza cada dos años y es un evento muy importante en el mundo desde hace más de 3 décadas. Yo en ese momento ya estaba temerosa y escribí al festival preguntando si se realizaría el encuentro. La respuesta fue un sí; entonces yo llegué, pero ese mismo día se canceló. Regresé inmediatamente, porque prefería estar en México pasando este momento de mucha sorpresa, donde además la sensación que me invadía era la de tener un enemigo cerca sin poder verlo siquiera.
El cierre de Patricia Conde Galería fue muy violento. Porque tenía una exposición programada en abril, otra para junio y además la visita de un gran artista para septiembre: Erwin Olaff. Cuyo equipo vino desde Holanda para la organización; sin embargo, ya no vamos a poder hacer esa exposición, porque la calidad, el prestigio y la fuerza de Erwin Olaff merece otro tipo de organización. Yo no puedo hacer una exposición a la que no asista nadie. Lo cual es muy doloroso.
No obstante, algo que ya trabajábamos en la Galería es hacer exposiciones en línea. Todo lo que estamos realizando ahora en la pandemia, ya existía. Quizás no con la fuerza y la imperiosa necesidad de este periodo, pero sí con el ritmo suficiente para dirigirnos hacia la actualidad.
Ha sido muy complicado. Estamos haciendo revisión de portafolios en línea, así como encuentros con fotógrafos para hablar sobre sus experiencias, procesos y proyectos, en un intento por mantenernos activos.
Acento: ¿Cuáles han sido tus experiencias en el esfuerzo de trabajar desde casa?
Patricia Conde: Yo he estado ocupadísima. Una ya no tiene horario para estar en su hogar y para estar en la oficina. Trabajar desde casa tiene muchos aspectos positivos, pero otros que no lo son tanto.
He trabajado mucho. ¡Más que nunca! Y estoy muy preocupada. Por el futuro de la galería, claro, pero también por el de la fotografía, las artes, la cultura en México… Es algo muy complejo y muy difícil a lo que no se le está dando ningún tipo de apoyo. Tenemos que unirnos entre nosotros para continuar. La economía está fatal y todo es una gran cadena de infortunios. Mi experiencia es que tenemos que sumar esfuerzos y tratar de hacer plataformas y uniones como comunidad creativa; trabajar todos juntos para un mismo fin. Porque aquí no se acaba.
Acento: ¿Qué ves en la política gubernamental de hoy en México, capaz de afectar al sector cultural?
Patricia Conde: Principalmente, falta de comprensión. Poco entendimiento de la importancia que tiene la cultura en un país. Porque no sólo estamos los galeristas o los directores de proyectos. Están los que hacen marcos, hacen telas, resanan paredes, organizan eventos, escriben… Hay un mundo económico que se mueve en las artes.
La gente piensa –por alguna razón que aún sigo sin entender– que los galeristas somos riquísimos. Que no necesitamos nada. Que estamos más allá de la economía. Y habrá galerías que sí. David Zwirner, me queda claro que tiene una gran posición junto con otras extraordinarias firmas. Pero la mayoría de las galerías, el 90% de ellas si no es que más, luchamos con el día a día. Y nuestra función es posicionar y mostrar el valor de un artista; entonces, ¿qué haces? Inviertes en ferias –que son muy caras–, en un espacio, en tiempo dedicado y en muchas producciones. Desde las más pequeñas, como pintar la galería. Que es una tontería. Pero hay que hacerlo, porque siempre está llena de clavos. Y eso nos lleva a recapacitar que, justo ahora, el pinto encargado de esas composturas está sin trabajo.
Hay un mundo económico enorme detrás de la cultura, golpeado por una falta de comprensión y un juicio muy superficial del mundo cultural. De éste se dice que pertenece a los ociosos, a la gente que le sobra el dinero.
El desconocimiento del que hablo es sobre cómo las artes mueven la economía. Sin embargo, no veo el más remoto intento por cambiar esa percepción. Al contrario, ha sido un ataque fuerte y feroz. El Museo Cuatro Caminos ha cerrado. El Centro de la Imagen anda sin cabeza. La situación de la fotografía es casi límbica, a pesar de que vemos una efervescencia de fotógrafos. No hay paredes suficientes para mostrar tanto trabajo, porque no existen los apoyos ni la comprensión de nuestra importancia.
Es algo muy fuerte lo que ocurre hoy con el mundo cultural en todos sus sentidos.
Acento: Haciendo hincapié en la experiencia de Patricia Conde Galería, ¿cuáles son los descubrimientos que han tenido durante estas semanas y hacia dónde están encausando?
Patricia Conde: Literal, tienes el mundo a tus pies. Haces clic y tienes acceso a todos los museos, todos los artistas y todas las exposiciones. Hoy existe una competencia muy grande. Y para que lleguen a ti está bastante complicado.
Habiendo grandísimas propuestas internacionales y colecciones sumamente importantes, el reto es que lleguen a ti.
También he identificado que, al inicio de la pandemia, había un enorme gusto de la gente por estar en línea y visitando. Y en este momento identifico un cansancio. Hay una oferta desmedida. Porque es la única manera de presentarte. Entonces, todavía es más difícil que lleguen a ti. Las personas ya no quieren estar frente a las pantallas.
Si la gente ya fue a Zwirner, con Ocean, a Marian Goodman, ¡qué flojera ir con Patricia Conde! Si aquí ya fueron a Kurimanzuto, a la MR, a galerías que son verdaderamente fuertes a nivel mundial –y que se lo han ganado con mucho trabajo–, ¿para qué van con Patricia Conde?
Los retos crecen. Y por eso avanzamos más, día a día, en el camino de la digitalización.
Yo no he vendido nada. En donde yo estoy aprovechando ahora para buscar nuevos talentos y nuevas propuestas es en actividades distintas a lo que solemos hacer. Pero eso sí: la experiencia presencial de una obra nunca va a ser la misma en línea. Internet tiene maravillas y fortunas, pero jamás dará la misma experiencia del arte.
Acento: Con las fechas tentativas que ha arrojado Gobierno para nuestra reincorporación a los espacios físicos, ¿qué ha pensado Patricia Conde Galería?
Patricia Conde: Afortunadamente en la galería contamos con espacios muy amplios. Primero, trabajaremos por cita. Pero todos los integrantes estaremos ahí, porque cada uno tiene su propia oficina o la manera de guardar una sana distancia con los demás.
Debemos implementar también una nueva forma de visitas y encuentros. Porque puedes abrir, pero ¿la gente irá? ¿Querrán entrar? Se debe prestar atención a eso e innovar. Para empezar, estar atentos a las reacciones de la gente. Quizás ya no pueda hacer exposiciones muy grandes o tal vez sí. No sabemos.
Si sí, ¿bajo qué condiciones? ¿Con tapabocas y máscara? Nuestras disposiciones como galeristas y coleccionistas tendrán que ser renovadas.
A las ferias a las que yo asisto son exclusivamente de fotografías –excepto MACO, que es de arte contemporáneo– y siempre vamos las mismas personas. Sea en Zurich, París, New York o México, somos los mismos. Y lo que identifico también es eso; que no podemos frenar estos espacios de encuentro tan importantes, porque es en ellos donde dialogas con tus pares. Donde te reúnes con la gente que comparte gustos, intereses y trabajos contigo. No se pueden frenar estos mundos.
Lo que a mí me preocupa no es abrir, sino cómo voy a abrir. De qué manera voy a despertar curiosidad y a convencer de venir a la galería. Y no tengo respuesta aún para eso.