Criterion Collection es más que sólo bonitas artes en el empaque de una película. Esta compañía, fundada en 1984 como una extensión de Voyager –empresa dedicada a la fabricación de CD-ROMs educativos cuyo público fuimos los niños de los 80 y 90–, sobrevivió al quiebre de su firma madre gracias a una alianza que realizó con Janus Films, una de las distribuidoras de cine de arte más relevantes en Estados Unidos, y revolucionó el mercado de cine de culto actual.
¿Su relevancia?
Hoy Criterion es la empresa que distribuye películas de carácter artístico más renombrada de Norteamérica, debido a un destacado proceso de restauración y de letterbox (técnica empleada para transferir la imagen de un formato a otro sin perder su aspect ratio original) que pocos pueden igualar. Especialmente si hablamos de cine de arte o fuera del mainstream de entretenimiento.
Desde sus inicios, Criterion Collection se ha dedicado a recopilar las mejores películas de todo el mundo, tanto clásicas como contemporáneas, para publicarlas en ediciones que ofrecen la más alta calidad técnica, así como con suplementos de alto valor y diseños asombrosos. Sus formatos han pasado de laserdisc a DVD, discos Blu-ray y servicios de streaming a través de los años; sin embargo, el compromiso de la firma se mantiene: promover miradas distintas del cine y ampliar su difusión.
Sólo un pequeño detalle:
Hacerte de una buena colección cinematográfica no es barato. Y Criterion no es la excepción. Con una larga lista de títulos interesantísimos y un precio elevado en su formato Blu-ray, es difícil tomar una decisión sobre qué comprar y en qué invertir.
Solaris
(Tarkovsky, 1971)
Considerada como la respuesta soviética a 2001: Una odisea del espacio de Stanley Kubrick, por su proximidad en tiempo, claro, esta cinta alude al equilibrio entre ser-humano y un entorno vital o consciente que advierte a su vez como ser-todo. A partir de una exaltada belleza de minimalismos y silencios, Solaris nos muestra a una especie de planeta o de estrella como si fuera un personaje más de la historia, cuyo océano –que bien podría ser una divinidad o un organismo alienígena– es capaz de leer las mentes humanas para enfrentarlas a sus peores miedos u otorgarles placeres.
Persona
(Bergman, 1966)
Considerada una de las mejores películas en la historia del cine, ésta narra con magistral ritmo la vida de dos mujeres en relación con las ideas de Carl Jung, acerca de que un individuo se conforma por, al menos, tres entidades psíquicas: el “yo”, la “persona” y la “sombra”. Elisabeth –una actriz de teatro con una perturbación mental– y Alma –su enfermera– entretejen esta trama de complejidades y encuentros (o hallazgos) con la diferencia y lo propio. Un deleite visual para explorar los deseos de un ser humano y la casi vampirización del mismo con tal de cumplir los anhelos individuales o del otro.
The Lodger (El inquilino)
(Hitchcock, 1927)
El primer gran filme de Hitchcock en la historia. Las premisas de la película, aunque simples si sólo se le considera una historia basada en los rumores de Jack «El Destripador», profundizan extremadamente en los retratos e interpretaciones de la sospecha y la culpabilidad. Una dicotomía que da cuenta de las complejidades por venir en la cinematografía del director.
The Age of Innocence (La edad de la inocencia)
(Scorsese, 1993)
Scorsese logró con esta adaptación de la novela homónima de Edith Warthon un relato detallista que explora la hipocresía social del último tercio del siglo XIX en Nueva York, así como la doble moral de los personajes más privilegiados de un círculo social como el retratado, y cómo las apariencias siempre engañan. Especialmente cuando se trata de sobrevivir en una esfera de placeres.
La vie d’Adèle (La vida de Adele)
(Kechiche, 2013)
A pesar de ser juzgada en repetidas ocasiones por el sector lésbico de la comunidad LGBT+, esta cinta es imprescindible para entender dos cosas: un momento sumamente importante para el cine francés de los años 201o y los juegos de representación que se lograron dentro de la generación millennial con respecto a la diversidad sexual. Aunado: un importante raigambre a revisar de la ética, la tradición, la estética y la política del lesbianismo del Siglo XXI.
The Virgin Suicides (Las vírgenes suicidas)
(Sofia Coppola, 2000)
Sofia Coppola logró con esta película uno de los mejores matrimonios entre imagen y soundtrack en la historia del cine contemporáneo, así como una visión nostálgica e intimista para un problema clave de la humanidad hasta hoy: el enigma del suicidio. Retrato de una nebulosa adolescencia y una sociedad que en ignorancia absoluta problematiza hasta el misterio, la cinta es traducción gráfica de la inadmisibilidad del suicidio y la pobre facultad que tenemos para identificar las razones del mismo.