«La moda pasa, sólo el estilo permanece». «Para ser irremplazable, se debe ser diferente». Las famosas frases de Gabrielle «Coco» Chanel son canon en el mundo de la Moda. Sin embargo, su pensamiento y filosofía van más allá de las palabras. Su trabajo contribuyó enormemente a cambiar el papel de la mujer en su época y el futuro que hoy nos abraza. Hizo a través del diseño y la indumentaria, diluidos con el arte, una nueva forma de apreciar la feminidad. De percibir a las mujeres. De revolucionar el pensamiento del siglo XX.
Antes de que Berthelot, Dudel, Cazubon, Guibourge, Lagerfeld y Viard heredaran la famosa maison, Coco capitaneó con maestranza un barco de ideas que modificó al mundo entero. Decir su nombre es hablar de una diseñadora que no sólo vistió a las mujeres de su tiempo, sino que replanteó los armarios de la sociedad por venir. A continuación, 12 influencias de la couturier que reconstruyeron los esquemas de la Moda y el vestido contemporáneo.
1. Sepultó oficialmente al corsé y rivalizó con cualquier otra pieza que apresara a las mujeres. Con este paso, mezcló victoriosamente guardarropas masculinos y femeninos que apoyaron a la emancipación de la mujer actual.
2. En esa misma línea, cortó el pelo largo del género. La larga cabellera, que era un símbolo de estatus y feminidad máxima por ese entonces, resultaba incómodo y nada práctico. Coco popularizó el famoso corte garçon, y dio nueva iconografía a la feminidad.
3. Chaquetas de inspiración masculina, vestidos de siluetas libres que evocaban la historia personal de Gabrielle, zapatos bajos, pantalones holgados, etcétera. Todas las prendas insignia de la diseñadora fueron en pos de la emancipación femenina y una construcción neutra de los géneros. Lo que fuera necesario para abogar por la igualdad de oportunidades y desempeños en todo ser humano.
4. Retomando las siluetas de la bandolera militar, Chanel movilizó al cuerpo femenino. Le despejó sus manos al crear su famoso bolso: el 2.55. Un accesorio de larga y elegante correa que puede portarse al hombro.
5. El punto final de la elegancia: los zapatos bitono. Un calzado cómodo que estiliza la figura, oculta el desgaste de su uso y no tortura el andar de las piernas.
6. Democratizó el ornamento. En aquellas fechas, la joyería se consideraba un símbolo de estatus social sólo al alcance de los hombres adinerados, quienes la regalaban a las mujeres. La apuesta Chanel por la bisutería logró que ninguna mujer dependiera de un hombre para lucir bella.
7. Hizo que la simpleza de un pequeño vestido negro se convirtiera en un elemento asequible de elegancia para todas las mujeres.
8. Inspirada en el Duque de Westminster, Gabrielle reestructuró el tejido de tweed y le convirtió en un ícono atemporal de fuerza y poder que también pudiera vestir el género femenino.
9. Asimismo, consiguió que el tono bronceado en la piel no fuera más considerado un signo de la discriminada clase trabajadora y entonces se asimilara como una característica de cuidado, sofisticación y atractivo.
10. Con su vida privada, fue transgresora al no haberse mantenido en una única relación sentimental y mostrarse siempre abierta a cualquier vínculo con quien ella quisiese.
11. Su fama y poder le hicieron precursora popular en el mundo de la industria como una mujer empresaria, autónoma y libre. Dueña de todas sus decisiones.
12. Con la inserción de No. 5 en el mercado y el imaginario del planeta entero, Chanel modificó el aroma de las mujeres. Sí, floral y femenino, pero también poderoso, robusto, protagónico y extremadamente sensual.
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