El cuerpo humano se ha convertido, hoy más que en cualquier otro momento, en objetivo principal de múltiples atenciones, cuyas prácticas y saberes son promovidos por diversos especialistas –diseñadores, estilistas, médicos, publicistas, filósofos, antropólogos, etcétera–, quienes han contribuido a crear, definir y legitimar los códigos éticos, políticos y estéticos de los usos sociales del mismo. Muchas de las veces, en detrimento de él; otras, en pos de su emancipación. Luke Austin, fotógrafo australiano que radica en Los Angeles, California, aporta a esta línea de investigación una serie fotográfica titulada LÉWÀ, cuyo fin primordial es mostrar cuerpos de hombres afrodescendientes en disonancia con lo que se nos ha impuesto a entender de estos; es decir, abandonar la imagen de ciertas masculinidades violentas e incluso peligrosas sobre la corporalidad negra, y abrir las posibilidades de leerla en términos de fragilidad, sensibilidad, dulzura y fuera de la hombría convencional.
LÉWÀ es una colección que se inaugura en un marco de transformaciones sociales profundas, donde los cambios en el modo de producción y en las formas de relación que se tienen alrededor –y a través– del cuerpo, como la emergencia de sus formas de dominación y la actual urgencia por resquebrajar a estas mismas, nos obligan a mirar la anatomía humana desde realidades que ya no son sólo una. Ésa que, recordando a Baudrillard, hizo que la corporalidad se entendiera como mercancía, tras la exaltación de una cultura consumista que hizo de éste no el medio principal de producción, sino el objeto principal de distribución.
Austin dice que la decisión por abrir esta serie –que con el tiempo devendría en un libro– vino de sus intenciones por generar una conversación sobre lo que había notado al publicar retratos de personas de color junto a retratos de personas blancas en su cuenta de Instagram: es notoria la diferencia en el cariño y la atención que cada uno recibió. «Sabía que tenía una gran colección de imágenes de hombres afrodescendientes que era diferente a lo que siempre había visto en las páginas de retratos masculinos de libros de café. Siento que usualmente son fotografiados como objetos y con un gran enfoque en sus músculos; a menudo, hipersexualizados con el foco en sus genitales. Mis retratos son una captura más suave y vulnerable de la belleza de cada modelo. Una belleza que quiero que la América blanca y racista vea realmente», cuenta el artista.
En ese sentido, Foucault –intelectual francés del siglo XX, difícil de encasillar en una sola disciplina humanista o social– es un autor clave para entender el dominio sobre los cuerpos y el quiebre que Austin intenta para ello en el campo de la estética. Tras estudiar los efectos y alcances del poder sobre el cuerpo humano, advirtiendo el modo en que las disciplinas emergentes de la modernidad se enfocaban en la actuación de los cuerpos individuales y de las poblaciones para su dominio, Foucault investigó una micropolítica de regulación del cuerpo y una macropolítica de vigilancia de las poblaciones, que desembocó en el obvio desarrollo de las instituciones contemporáneas y su intrínseco control sobre los cuerpos. Por ende, en la construcción de personajes e identidades –signos– que soportaran el funcionamiento social del capitalismo, así como el orden de las naciones y los intereses del mercantilismo voraz.
Entonces, LÉWÀ de Austin trabaja sobre ese problema. Los cuerpos masculinos de la afrodescendencia, como cualquier otro, son por excelencia un habitáculo de cultura, de socialización y de ejercicio político; sin embargo, a diferencia del resto de los hombres (blancos y privilegiados), son constante y primordialmente referidos en el espectáculo y las artes por su definición cultural de cuerpo-objeto (obrero, esclavo y vida desechable) y su construcción de peligro-exotismo (delincuente, máquina sexual, depravado, falo «deseado por las mujeres» y «admirado por los hombres», entre otros). Ahí es donde se inserta el trabajo de Luke; para hacer frente y filtrarse en la decantación de todas estas gráficas.
LÉWÀ es una propuesta visual que nos recuerda que actualmente estos figuras no conforman a un único hombre existente de piel oscura; ahora se dan, junto a este modelo tradicional de masculinidad negra, otras normas de comportamiento y visibilidad caracterizadas por la diversidad, la inclusión, la equidad y la búsqueda de bienestar personal o colectivo conforme a derecho. La fotografía de Austin desarrolla una reflexión sobre el cuerpo del hombre-objeto mediante elementos visuales que le devuelven a la sensibilidad humana y la fragilidad terrena, así como le deconstruyen en el entendimiento de peligro-exotismo, dotándolo de feminidades, otras narrativas del ser-hombre y bellezas no-canónicas.
LÉWÀ es el vocablo yoruba para referirnos a la belleza; pero no cualquier tipo de belleza, sino ésa que se poseé, que trasciende, que se goza y se reconoce. Luke Austin en compañía del muy joven sello editorial MILOŠ MESTAS –éste es su primer libro, entre varias sorpresas que ya tiene en calendario– eligió dicho nombre, sí, para referenciar al pasado étnico y culturalmente rico de sus hombres retratados, pero sobre todo para invitar a la reflexión de cómo se detenta lo bello, cómo se lee lo bello y cómo se advierte ser bello.
