No hace mucho, San Miguel de Allende fue nombrada de nueva cuenta una de las mejores ciudades del mundo. Para ser precisos: la segunda más sobresaliente cuando se trata de planes turístico-culturales. Por ello, no es de extrañar que, con todo y su ya bien cimentada oferta como destino cosmopolita, sus ofertas crezcan y crezcan aún más. Hoy, San Miguel de Allende es un lugar donde se germinan las más destacadas propuestas mexicanas de arte, espectáculo, gastronomía, educación, emprendimiento y un largo listado de etcéteras.
Con ello en mente, el pasado 20 de julio (2019) en la Hacienda Los Arcángeles, fuimos testigos de una propuesta que conjuga todo lo que hace de San Miguel un lugar único. El propósito fue generar un espacio de convivencia y descubrimiento donde músicos, diseñadores, artistas y divulgadores de la tradición artesanal mexicana se unieran con un público ávido de experiencias contemporáneas en México.
Mikaella Fest abrió sus puertas, así, por segundo año consecutivo. El escenario se gobernó por músicos que fueron capaces de redibujar la atmósfera sanmiguelense con sonidos folk, country, funk, dance, entre otros, y su fusión con rock clásico o ritmos latinos. Lo highlights para la redacción de acento: Buffalo Blanco y James Supercave.
El line up fue conformado también por Xinobi, Beacon, Midnight Generation, Timothy Brownie, Peter More, Los Rumberos, Makupa y 2 Dandys.
Asimismo, la oferta gastronómica y de mixología fue un desfile plausible de productores locales, orgánicos, vinícolas y restauranteros, en el cual Don Julio y Bedford Woods se lucieron con sus mejores botellas y una barra de cocteles muy ad hoc para el horizonte que pintó aquella tarde. En cuanto a diseño, el bazaar de Mikaella Fest cumplió con un gran cuerpo de joyería, textil, industrial y decoración, donde destacaron Tuluminati, Ramona y Naveda Pifarrer.
Con apenas dos ediciones, Mikaella Fest da motivos para ser uno de los espectáculos y muestras interdisciplinarias con mayor promesa en nuestro país. Especialmente, cuando en México parece que estamos sobresalientemente preparados para encuentros con fondo y núcleo, al más alto nivel de exigencia que tenga el público internacional.