A James Bond solían hacerlo sus fuertes aunque discretos músculos, su soberbia, su engreída seducción, su actitud fría, su calculadora mirada. Hoy, Armani Code Absolu nos demuestra que el atractivo de la masculinidad se encuentra en otros lugares y con otros tonos. Ryan Reynolds, embajador de la marca y rostro para la nueva campaña aromática de esta casa italiana, tiene todo para reconfigurar a ese hombre nuevo, pero igual de hilarante y encantador.
Fotografiado por Matthew Brookes y en un film a cargo de Reed Morano, Ryan Reynolds encarna un súper agente o espía secreto que, con humor e ironía, es todo menos ese hombre rígido y abrumador. No obstante, muy a su manera, resulta efectivo, sofisticado y atrayente. Bastan sus movimientos auténticos, su sonrisa sincera y ese gesto conquistador pero notablemente torpe.
A qué huele Armani Code Absolu
Éste es un juego de contrastes como pocos. Es la conjunción perfecta de dulces y amargos, de carácteres que enfatizan la dualidad del hombre contemporáneo: seductor y sensible, irresistible y sumamente vulnerable.
La fragancia se anuncia con un aroma cítrico en clave de mandarina verde y manzana. Al corazón, se abren paso la flor de azahar, la nuez moscada y las semillas de zanahoria. Ya para las notas de salida, hallamos haba Tonka, gamuza, vainilla y ron, que otorgan profundidad y misterio a una historia olfativa que inició con premisas asimétricas.
Propuesta
Redefiniendo la masculinidad a partir del sensible y humorístico Reynolds, el hombre Armani Code Absolu es una fórmula de dureza y dulzura. A cargo del nariz Antoine Maisondieu, este perfume está diseñado para una personalidad con fuerza, pero cero complicaciones. Para un hombre que no se toma las cosas tan en serio. Un sujeto que no se construye con la silueta de un fisicoculturista, sino con humor y empatía.
Oriental y especiada, Armani Code Absolu es una fragancia de modernidad y masculinidades propositivas.