¿Alguna vez has soñado con una mejor versión de ti misma? ¿Más joven, más hermosa, perfecta?
La oferta que define la trama de ‘La sustancia’ (The Substance, 2024), el largometraje más reciente de la directora francesa Coralie Fargeat (58 años) es, a todas luces, atractiva e innegable. El precio a pagar por ella, sin embargo, es el hilo conductor de uno de los sucesos cinematográficos del año.
El argumento de La sustancia parece contar a la perfección con todos los elementos propios de un thriller de ciencia ficción: una empresa misteriosa desarrolla un tratamiento vanguardista para crear una versión mejorada de ti. La tecnología promete cambiar la vida de quien la use, con un método simple y discreto que puede ser administrado en casa. La elección de los personajes y el desarrollo de la historia, no obstante, revelan una sátira que a partir del horror corporal, chorros de sangre y un foco especial en lo grotesco, pone en evidencia el absurdo de los estándares de belleza contemporáneos, la presión que recae sobre las mujeres para lucir siempre perfectas y la gerontofobia que no soporta la naturaleza propia de la edad y, como si se trata de un defecto o una enfermedad, pretende expulsar a los adultos mayores de todos los ámbitos públicos.
La sustancia sigue la historia de Elisabeth Sparkle, interpretada por Demi Moore, una estrella de Hollywood e ícono del fitness que comienza a ver ante sus ojos su caída en desgracia a causa de su edad. Cuando la producción del canal decide poner fin al programa de televisión que la llevó a la fama y desechar su figura en busca de juventud, Sparkle opta por una solución radical: someterse a un tratamiento que promete sacar la mejor versión de sí misma.
El filme, que se estrenó en el Festival de Cannes con el premio al mejor guión, propone una historia valiente aunque predecible, una lucha encarnizada entre la autoaceptación y las exigencias de una sociedad convulsa y obsesionada con la juventud eterna. De camino, también retrata las formas de la industria del entretenimiento, los desórdenes alimenticios, el significado del éxito y el discurso de la belleza hegemónica que en pleno siglo XXI mantiene un férreo control sobre los medios de comunicación masivos.
En el kit de prensa oficial de Cannes, Fargeat explica en un par de líneas lo que significa su película: «La sustancia trata sobre los cuerpos de las mujeres. Todo a nuestro alrededor, comerciales, películas, revistas muestran una versión fantaseada de nosotras mismas. Siempre hermosas. Y delgadas. Y jóvenes. Y sexys. La versión de la ‘mujer ideal’ que está llamada a traernos amor. Éxito. Felicidad».
Fargeat explica que la película, de dos horas y cuarenta minutos de duración, nació a partir del temor a ser rechazada tras alcanzar su madurez. «Tenía fuertes pensamientos de que había llegado a la edad en la que ya no iba a ser útil ni interesante para nadie. La violencia de esos pensamientos era tan fuerte que tuve que hacer algo al respecto; de lo contrario, me destruirían y aplastarían por completo”, confesó a Vogue en una entrevista en septiembre de 2024. Las heridas abiertas, las prótesis, los desnudos constantes y la sangre a chorros propia del body horror desafían la comodidad del espectador con dosis de violencia que, a todas luces, reviste cuestiones fundamentales de género. Esta violencia, tan simbólica como palpable en el subgénero del horror corporal es descrita por Fargeat como «un arma de expresión para directoras realmente poderosa».
¿Dónde ver La sustancia?
En México, La sustancia se estrenó el 19 de septiembre de 2024 y está disponible en más de 600 salas a nivel nacional. El filme también se exhibe en la Cineteca Nacional y el Cine Tonalá en la capital del país. Aún no está programada su llegada a algún servicio de streaming.
