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Porgramas infantiles culturales

Los programas de Canal 11 que marcaron nuestra infancia en los 90

Ésta era la programación infantil de Canal Once de los años 90, cuando conocíamos a esa barra como "Ventana de Colores".

Hubo un tiempo en que ser niño y tener la barra de programación infantil de Canal 11 a un solo clic —el del control remoto, claro— era la receta perfecta para la felicidad. La de aquellos que desde muy temprano supimos que éramos unos nerds y no íbamos a pelear en contra de ello, claro.

Para los geeks que crecimos en los tardíos ochenta y la década de los noventa, el canal «del Poli» era una genial mezcla de cultura, entretenimiento y mambo. Cómo olvidar los comerciales de su señal, XEIPN, con el ritmazo de A la cachi-cachiporra, porra, creación del eternamente genial Pérez Prado. Había algo especial en presionar dos veces el número uno de nuestros televisores.

Todos sabíamos, sin mucha reflexión al respecto —porque, vaya… éramos pequeños—, que ese canal no era como el 5 (que también tuvo una etapa extraordinaria) ni el 7. Mientras en el primero teníamos todas las producciones clásicas de Hanna-Barbera y en el otro aparecían las temporadas iniciales de Los Simpson, junto a muchos de los primeros animes que vimos en televisión mexicana, aquí teníamos un universo tan peculiar como divertidamente ingenioso. Un segmento de caricaturas que comenzó bajo el nombre Ventana de Colores, previo a llamarse como ahora le conocemos.

Pero antes que nada, debemos repasar cómo es que Canal 11 vio la luz y cuáles fueron sus motores primigenios para comprender por qué sus programas infantiles eran tan, pero tan peculiares.

El origen de Canal 11

Programación infantil de Once Niños

La televisora del Instituto Politécnico Nacional (IPN) comenzó sus transmisiones el 2 de marzo de 1959, desde un pequeño estudio con cámaras de circuito cerrado en el Casco de Santo Tomás, Ciudad de México —Distrito Federal para aquel entonces—. Un proyecto educativo, liderado por una de nuestras máximas instituciones educativas en el país. Iniciativa que promovía en todos los sentidos una televisión pedagógica, didáctica y bañada de cultura.

La idea original para la creación de Canal Once fue del ingeniero Alejo Peralta, entonces director del IPN, apoyado por los ingenieros Walter Buchanan y Eugenio Méndez Docurro. En un principio, la señal de la emisora llegaba a unas cuantas colonias de la ciudad, y para ello se regalaron y colocaron a domicilio pequeñas antenas creadas por los técnicos de la televisora y mismos estudiantes del IPN.

Para esclarecer aún mejor sus intenciones, apuntemos que el primer programa transmitido fue una clase de matemáticas impartida por el profesor e ingeniero Vianey Vergara. También se transmitieron cursos de inglés, francés y ciencias sociales. El objetivo: añadir un valor educativo a la televisión pública en México.

Con los años, la magia crecería. Producciones propias, renovación de infraestructura tecnológica, contenido internacional, una mirada multicultural y un sentido plural en todo aspecto posible. Y esto tuvo una consecuencia directa para la programación infantil de Once Niños.

A continuación, las caricaturas y producciones infantiles que nos marcaron en El Once, allá por los años 90.

Qué caricaturas pasaban por Once Niños en los 90

Bastante antes de 31 MinutosMona La VampiraTracey McBeanJacobo Dos Dos —que conformaron otro importante episodio de la televisora—, hubo una época en  que sus series animadas apostaban por una mirada mucho más diversa y de tinte ultracultural. Una barra que, de hecho, se llamó Ventana de colores y no Once Niños (como la conocemos hoy).

¿Te acuerdas de ellas?

Ernesto, el vampiro

Una serie francesa bastante peculiar. Sin voces o diálogos explícitos, con una musicalización efectiva y una duración promedio de dos minutos, sus capítulos cautivaron a toda una generación. Ernesto, una criatura de la noche con un alto nivel de torpeza, nos conquistó con su sensibilidad, ocurrencias y temores. ¿Lo mejor? Cada episodio terminaba siempre igual. Todo había sido una terrible pesadilla, porque —claro— hasta los monstruos tienen miedos que les acechan al ir a dormir

Qué risa de huesos

Una serie británica que sólo tuvo doce capítulos, pero que fueron los suficientes para que se grabara en nuestros corazones y memoria. Quién se hubiera imaginado que las aventuras de dos esqueléticos amigos y su perro nos darían tantas risas en menos de cinco minutos.

Soupe-Operá

Una serie de cortos realizados en stop-motion que tenían a frutas y verduras como protagonistas que, al salir de su canasta, se preparaban para ser cortadas en animales y diversos objetos al ritmo de música académica y concreta. Dale play a uno de sus episodios y comprueba lo hipnóticamente divertidos que estos resultaban.

El Viento en los Sauces

Animación en stop motion que se emitió originalmente entre 1984 y 1987, basada en los personajes de la novela clásica de Kenneth Grahame de 1908.

Leo y Fred

Maravilla de maravillas. Una serie húngara protagonizada por un león de circo y su domador, quienes compartían remolque y un sinfín de peripecias.

Bolek y Lolek

Una obra maestra de los años sesenta, realizada en los Estudios Bielsko, en Polonia. Su creador fue el director de filmes de animación polaco Wladyslaw Nehrebecki. La serie surgió en 1963 y alcanzó alrededor de 200 capítulos hasta 1986. La premisa era simple pero muy efectiva: dos amigos en extremo ocurrentes sueñan con que viajan por todo el mundo y protagonizan un sinnúmero de aventuras exóticas. En pocas palabras, una introducción a los niños en las culturas de otros países.

King Rollo

Un personaje creado por David McKee en 1980, protagonista de una serie de libros, una caricatura y una tira cómica en la revista Buttons. Trece episodios animados fueron suficientes para marcar a Ventana de Colores – Once Niños. Un rey de características infantiloides que siempre necesitaba el consejo y la ayuda de sus demás amigos para salir airoso de cada vicisitud.

Victor y Maria

Otra de las enormes y sencillas premisas que nos daban felicidad extrema cuando le poníamos a El Once. Un gran oso blanco que usa sombrero y corbata, junto María —la niña que juega con él—.

Towser

Desafortunadamente, no hallamos un episodio de la serie en español. Como ya sabemos, el doblaje latinoamericano en muchas ocasiones es incluso superior al diálogo original, pero así es la vida… Sin embargo, hoy puedes ver muchísimos de sus capítulos de manera oficial en YouTube.

Mr. Benn

Una obra de arte firmada por la BBC, genial como pocas, que puedes ver completa en YouTube.

¿Puedo hacerlo yo?

Mejor conocida como Noppo y Gonta, ésta era una serie de televisión educativa producida por la NHK y transmitida por su canal educativo entre 1967 y 1990. En capítulos de 15 minutos cada uno, este dúo nos enseñaba a hacer manualidades, principalmente con papel, y nos mostraba cómo usar distintas herramientas sin ocasionar un accidente en el intento.

Babar

Imprescindible cuando hablamos del verdadero impacto de la programación infantil de Once Niños.

El Diván de Valentina

Ahora que somos adultos podemos entender mucho más los embrollos en que se metía Valentina, ¿cierto? También podemos ver que su inteligencia era muy grande y ya quisiéramos hoy un poco de esa claridad para solucionar los conflictos que nos rodean.

Pingu

El rey de todo Ventana de Colores y los años posteriores. Un pingüino de plastilina que vivía las más increíbles aventuras junto a su mejor amiga —una foca gris—, se metía en problemas, hacía berrinches y descubría los problemas de ser un hermano mayor.

Bizbirije

Las ligas mayores de la programación infantil de Canal 11. Además de un enorme trauma colectivo —porque fueron extremadamente pocos quienes recibieron su credencial de reportero en aquel entonces—, este proyecto fue responsable de que muchos decidiéramos dedicarnos a la comunicación y la cultura. Con distintas etapas, este show tuvo a grandes conductores que hoy seguimos viendo en el teatro, la televisión, las redes sociales y el cine. Plutarco Haza, Esteban Soberanes, Mario Corona, Jorge Arizmendi, Max Espejel e Ilse Salas.

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