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Masculinidad

Masculinidad: la importancia del auto-cuidado en los hombres

La masculinidad esperada para los hombres en sociedad no está determinada por ningún factor biológico, sino condicionada por lo social.

¿En alguna ocasión has sentido las ganas de expresar lo que sientes hacia algo o alguien, pero te limita la impotencia de quedar en ridículo o de manchar tu imagen como hombre? O cuando te nacen esas ganas de arreglar tu apariencia ¿simplemente te preocupa lucir bien, pero NO DEMASIADO BIEN, pues eso estaría de más? Ésa es la masculinidad actuando.

Bueno, pues estas cosas y muchas más, tan normales para unos cuantos pero increíblemente inconcebibles para la mayoría, son lo que nos atañe cuestionar como hombres. Porque sí podemos expresar cómo nos sentimos, sí podemos preocuparnos por nuestra apariencia y ser nosotros mismos, sin la necesidad de ocupar moldes absurdos de un arquetipo de lo que es ser masculino o un hombre alfa.

Definiendo las líneas divisorias.

Ser un hombre alfa retrata todas aquellas actitudes que recaen en un aspecto dominante masculino:

Tener un autoestima alta, ser inquebrantable ante las situaciones de adversidad, controlar tus emociones, ser perspicaz con las mujeres, ser alguien fuerte físicamente e insuperable intelectualmente. Todas estas cualidades parecen ser sinónimos de masculinidad en la sociedad occidental.

No se trata de despreciar todas aquellas características que pueden ser desarrolladas por cualquier persona para poder concebirse como un ser humano íntegro; más bien, es cuestionarse por qué necesariamente, en un aspecto biológico y social, se deben atribuir éstas como algo determinante en los hombres. Como si de un destino inherente (con sus tropiezos y aciertos) se tratase.

Al ser hombres no tenemos un destino biológico y social definido. Podemos constituirnos como seres sociales funcionales y con sentido crítico para relacionarnos de formas más sanas con los y las demás. Jamás como un objeto que a partir de su biología esté determinado en sociedad.

masculinidad
De Christian Buehner via Unsplash

Lo respectivo a las normas que nos condicionan es muy diferente. Esto es: lo que se espera de nosotros como hombres. Que, sí, ejerce una presión sobre nosotros, en la que nuestro estatus social compuesto por lo afectivo, sexual, cultural, económico y demás depende de cómo cumplimos con estas condicionantes.

A estas condicionantes se les puede englobar en el concepto de heteronorma —aquello que funge como un comportamiento social heterosexual, que va desde gestos del cuerpo, gustos culturales, vestimenta, etcétera—. Tratar de quebrantar y reconfigurar la heteronorma deriva en malentendidos sobre nuestra orientación sexual (que reposa en las preferencias afectivas y sexuales del ser humano), la cual resulta un concepto muy distinto.

Esta confusión a menudo nos orilla a no atrevernos a intentar cosas diferentes, hasta lo más importante: hacer cosas que realmente nos harían sentir cómodos y no coaccinados.

Heteronorma y heterosexualidad si bien pueden estar vinculados no significan lo mismo.

Dos retos a cumplir para realmente ser nosotros mismos

Como al principio se mencionaba, hay cosas que como hombres nos es casi cuestionado hacer. El reto a cumplir es hacerlo sin que nos importe lo que puedan decir los demás. Enfocarnos en sentirnos bien con nosotros mismos, derivando en una mejor conexión y vinculación con los y las demás.

1. El autocuidado

Aquello competente a nuestra apariencia personal y salud mental son importantes. No importa que te digan que estás siendo muy vanidoso y pareces metrosexual (por que, además ¿quién a estas alturas del siglo sigue diciendo eso?). A ti que no te importe. Rompe con lo establecido. Compra ropa linda, date un corte de pelo, usa esa fragancia que tanto te gusta y ve a realizarte un manicure para que tus manos luzcan bonitas.

De Vinicius «amnx» Amano via Unsplash

No siempre puedes ser impenetrable emocionalmente. No todo lo que te sucede puedes manejarlo de la mejor forma. Y eso no te hace menos o mentalmente débil. Todos necesitamos ayuda profesional para sobrellevar nuestros problemas; acude a ello, te hará generar las herramientas psicosociales necesarias para poder desenvolverte mejor en sociedad.

2. Ser intenso cuando se siente

Demostrar tus sentimientos por algo o alguien en cierto grado o frecuencia es un aspecto que «no es digno» de un hombre alfa. Por más explicaciones que puedan explayar aquellos influencers que tienen la palabra en redes como TikTok, donde delegan técnicas para poder ligar mejor, estos siguen estando en un juego de poder para nada sano.

Expresar tu interés con intensidad, tus sentimientos con regularidad y ser eufórico ante tus amigos o relaciones sexo-afectivas habla de alguien completamente transparente, y no de alguien de quien uno desee alejarse. Así que: adelante, expresa tu sentir. ¿Se siente bonito? Dilo. ¿Te gusta mucho alguien? Exprésalo. ¿Quieres llorar? Hazlo. ¿Te interesa alguien para tener una cita? Coméntaselo. ¿Quieres ser cariñoso? Sélo.

De Alex Iby via Unsplash

Es mucho mejor ir construyendo desde la transparencia relaciones de cualquier tipo, que enrolarse en una dinámica de ver quién tiene el control de la misma. Hacerse el interesante o «como que no te importa la otra persona» —dosificar el interés y el cariño— lo único que provocará es que las personas se alejen de ti.

Poder concentrarte de momento en estos dos factores puede hacerte ver las cosas distinto. Aún queda un largo camino por revisar y reconfigurar, pero por ahora trata de procurarte y observar las formas en cómo te relacionas con los demás. Eso será de gran ayuda para dar este primer paso. Para reconstituir tu identidad de lo que se espera por ser hombre y ejercer una masculinidad estandarizada.

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