Binyavanga Wainaina, el escritor que reivindicó la vida africana

Binyavanga Wainaina, un escritor y activista LGBT keniano que, mediante su escritura, hizo una descripción honesta de África.

Conocer un país a través de su literatura es prácticamente imposible cuando todos los escritores se preocupan más por romantizarlo antes que retratar sus raíces. En el caso de Kenia, Nairobi y prácticamente todo el aontinente africano, la imagen escrita de la región cambió cuando el nombre de Binyabanga Wainaina comenzó a formar parte de la literatura nacional.

Por medio de su escritura, Wainaina hizo un retrato impecable de lo que era vivir en África. En su libro Cómo escribir sobre África hay una sátira constante hacia la visión eurocentrista del continente. «Entre tus personajes siempre debes incluir a “El africano harapiento” que deambula por el campo de refugiados casi desnudo y espera la benevolencia de Occidente», escribió Binyabanga para burlarse del eterno absurdo de poner al hombre occidental como el salvador del mundo. Mientras que el africano, siempre mediocre, con el estómago infestado de lombrices y la piel llena de moscas, no hace más que estirar la mano para pedir comida o algo de caridad.

binyavanga wainaina

A diferencia de esa visión de safari humano, alimentado desde hace años por National Geographic y otras cadenas televisivas, el escritor ofrece una estampa honesta donde las personas trabajadoras de África construyen, a su ritmo, su propio mundo cosmopolita. Hay salones de belleza, escuelas, drenaje y sí, paisajes preciosos.

La visión de Binyavanga es incómoda para quienes insisten en asumirse como los salvadores del mundo. Aquellos que piensan que construyendo casas o templos y repartiendo raquíticos apoyos alimenticios van a reparar al globo. Quienes ven en el otro al gran error de Dios. Contra ellos la justicia poética y la astucia de Wainaina.

Libros como Algún día escribiré sobre África son una alegoría perfecta de la periferia mundial. Wainaina habla de sí mismo y de los suyos, pero las escenas de sus libros también son mexicanas, iraquíes e incluso europeas. En todo el mundo hay minorías luchando por un lugar en la sociedad y eso es algo que entendió a tiempo la primera figura pública abiertamente homosexual de Kenia.

En 2014, después de declarar que era seropositivo ─lo cual es peligroso en un país que condena y persigue la homosexualidad y cualquier enfermedad remotamente ligada a ella─, Binyavanga Wainaina le dio al mundo una lección muy importante: no podemos dejar que alguien más cuente nuestra historia. Sólo nosotros tenemos el poder de definirnos y vale la pena luchar por ello.

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