La vida es juego y, como tal, una de las mejores cosas que podemos hacer siempre es jugar. Y ante el resurgimiento y nuevo auge del role playing —gracias, Stranger Things, por ello—, te estará cruzando la cabeza una pregunta muy en específico: ¿cómo empezar a jugar Dungeons & Dragons? Que vaya, si has llegado hasta aquí es porque o te causa mucha curiosidad cómo es que los niños (y ahora adolescentes) más geeks de todo Hawkins en los 80 juegan algo que parece un juego de mesa, pero están cargados de cuadernos, notas, mil dados y hasta disfraces. O ya sabes más o menos de qué se trata, pero sigue siendo un misterio cómo adentrarte en esta práctica; y hay un buen porcentaje de nerd en ti como para querer intentarlo.
Para responder tus dudas tenemos algunos puntos que no debes perder de vista.
Adiós, pena; hola, ganas de descubrir
Algo que suele detener a muchas personas frente a Dungeons & Dragons es el temor a «hacer el ridículo». Ya sea consiguiendo los libros y piezas clave para jugarlo. Ya sea jugándolo efectivamente; por todo esto de meterte en el personaje, hacer voces, conjurar y demás. Te lo puedes imaginar. Y sí, tal vez resulta un poco extraño sentarte con tus amigos y pretender que eres alguien más, interpretando incluso sus movimientos y narrando todas sus acciones, como cuando éramos pequeños. Cuando bastaba imaginar algo para que esto se hiciera realidad y se transformara en una feliz mentira compartida donde todo era posible. Sin embargo, esa dosis de fantasía y creatividad es algo que no debemos perder.
Se nos ha dicho que como adultos o «gente seria» —lo que sea que esto signifique— no podemos jugar así. Que eso es muy infantiloide de nuestra parte. Y que los juegos de las personas «mayores» son otros. Pero qué bodrio. La mayoría de aquellos son sumamente aburridos; sí mucha estrategia, pero muy poca imaginación. Y el verdadero poder del juego radica en ella.
En el juego, como aseguró Gadamer —filósofo alemán— «no son los jugadores los que juegan un juego, solemos olvidar que también el juego es quien los juega». El juego se toma muy en serio a sí mismo, establece su propio orden y pone sus límites. Pone en suspenso toda preocupación ajena a sus parámetros. Jugar es, para muchos intelectuales, el modo primario de ser. La manera inmediata que tenemos de existir, descubriendo justamente la vida. Porque es en esa apertura de mundos posibles, de horizontes indómitos, de realidades alternas, que podemos hallar camino a las preguntas sobre quiénes somos y en dónde estamos. El juego es, siempre, una búsqueda por la verdad. Por otras respuestas.
Piénsalo así: cada que dices «haz de cuenta» o se te sale un «como si» durante alguna charla, está allí la imaginación. Estás entrando en un juego. Y esto, con sus reglas y suposiciones muy particulares, es investigar nuestra realidad.
Pero no nos pongamos muy profundos. Aquí el punto está en que debes jugar y nunca sentir pena por hacerlo. Jugar es cosa seria.
Cómo empezar a jugar Dungeons & Dragons
Primero, lo que necesitas es el reglamento básico a la mano. Junto a éste: un set de dados poliédricos, hojas de personaje, mapas y cartas de apoyo, una pantalla de Dungeon Master, un libro de historia (o campaña) y un puñado de amigos con quien jugar. Todo esto pensando, claro, que no tienes experiencia alguna jugando Dungeon & Dragons. Pero no desesperes, ya ahondaremos en cada una de estas sugerencias y te explicaremos por qué les debes considerar tan importantes.
Qué es Dungeons & Dragons
Para empezar con el pie derecho debemos dejar en claro una cosa: D&D es un juego de rol. Esto significa que no es un juego de mesa como muchos otros —aunque se le puede llegar a parecer en algunos aspectos—, y que más bien se trata de un juego de imaginación. Como lo infantiles que mencionábamos más arriba. Sólo que a diferencia de aquellos, éste dota de estructura a las historias y proporciona un método para determinar las consecuencias de las acciones de sus jugadores. Los cuales tiran dados para averiguar si sus personajes aciertan o fallan en sus ataques, si consiguen el éxito con cada una de sus acciones, o si es que llevan a cabo cualquier otra tarea que sea crucial en el juego.
Dungeons & Dragons es un juego de realidades fantásticas y épicas que se basa, sobre todo, en contar historias. En asumir identidades. Sobre todo, en inyectar de emoción narraciones de aventura, a manera de lectura coral. Si alguna vez te pidieron en la escuela inventar un cuento o improvisar alguno con tus compañeros, entonces ya sabes de qué va este asunto.
De qué se trata el juego de Dungeons & Dragons
Cuando juegas D&D asumes el rol de un personaje aventurero en particular o de Dungeon Master (DM), el guía del juego. Recuerda: éste es un juego para jugar en compañía, por lo que necesitas como mínimo dos personas para jugarlo; aunque es más divertido con un número mayor personas y, por ende, más ideas. Alguien del grupo ejerce el papel del DM, quien crea la historia y dirige la narrativa, encargándose también de interpretar al resto de personajes que no son los jugadores. El papel de este Master es crear una historia y conducirla para que los demás puedan centrarse en jugar a sus personajes, desarrollar la trama y concluir la campaña. Algo así como un autor de literatura clásica y épica en vivo.
Dentro de este universo puedes ser diferentes criaturas. Elfos, enanos, humanos, dracónidos y varios más, con diferentes clases como mago, paladín, clérigo, bardo y un largo etcétera repleto de habilidades distintas.
Conociendo a los personajes y las reglas
Como ya dijimos, el DM es el responsable de la aventura y él se encarga de dirigir o determinar el porvenir de la narrativa; mientras tanto, los personajes se enfrentan a las dificultades y toman las decisiones. El DM describe, entonces, escenarios y sucesos. Enemigos. Percances. Dilemas. ¿Algún problema de orden moral o incluso político? Tal vez. Como verás: Dungeons & Dragons es un juego muy flexible, donde el DM improvisa y los personajes lo dotan de emoción e impredictibilidad.
Pero ¿de dónde salen estos personajes? Ya existen algunos pre-hechos, por decirlo así, y otros que pueden salir de tu imaginación. Si apenas estás empezando en esta aventura, lo más conveniente es que elijas uno ya establecido. Puedes descargar completamente gratis las hojas oficiales de D&D dando clic aquí. En cuanto experimentes más y sientas confianza para crear a tu propio personaje. Sólo tienes que seguir las reglas básicas para construir a tu alterego (cliquea aquí para conocerlas).
También puedes ir a D&D Beyond, una página oficial, que te ayuda a diseñar esta criatura que se convertirá en parte de ti. Da clic aquí para visitar el sitio.
En cuanto a las reglas tienes dos opciones: descargar el PDF oficial en inglés si es que no tienes problema con la lengua (da clic aquí, todo es legal) o apegarte a los recursos de El Resurgir del Dragón, que son básicamente los mismos —su distribuidora tuvo la licencia de D&D por algún tiempo— y sí están en español. Por alguna razón que desconocemos, Wizards of the Coast —la compañía que publica D&D— no tiene estas herramientas traducidas para su descarga. Así que puedes entrar acá para bajar las reglas y glosarios que esta otra empresa tienen para tu fácil lectura.
Los básicos
No olvides que también necesitas unos dados poliédricos. Estos los puedes comprar fácilmente por Amazon o en alguna tienda especializada. Si no te apetece mucho pagar por ellos, puedes descargar la app D20 Dice Roller Pro en tu celular. Asimismo, los tableros y los tokens (figurillas); los cuales recomendamos mucho si es que eres principiante. Igual puedes adquirir algunos muy elaborados o googlear para aprender a hacer los tuyos con cartón y mucha imaginación. Como ves, jugar D&D puede ser algo en lo que no gastes más de lo que tú deseas.
Ahora, otra opción que tienes —bastante obvia— es comprar los kits que la misma marca de Dungeons & Dragons se ha encargado de armar para principiantes o para conocedores que sólo quieren ensanchar su colección, e incluso introducir a nueva gente en esta pasión por los juegos de rol. En últimas fechas, Wizards of the Coast ha editado nuevos productos ya en completo español. Te recomendamos, entonces, que le eches un vistazo a un box set que se llama Kit de Esenciales. Éste contiene todo lo que te dijimos sobre cómo empezar a jugar Dungeons & Dragons con los productos oficiales de la firma.
Una vez que pases de esto, verás que necesitas más aventuras y mayor cantidad de personajes. Por supuesto, puedes conseguir los libros que guiarán las próximas campañas; pero también puedes ir construyendo con tu equipo historias de su propia creación. Para ello, se recomienda la inversión en tres libros fundamentales:
- Player’s Handbook / Manual del Jugador: contiene todo lo que necesitas para crear y desarrollar una inmensa variedad de personajes e ir descubriendo cada vez más reglas en este universo.
- Monster Manual / Manual de Monstruos: un recurso inigualable para poblar las mazmorras y las tierras salvajes del juego con criaturas fantásticas que le añadirán muchísima emoción a tus campañas.
- Dungeon Master’s Guide / Guía del Dungeon Master: para los DM que dirigen partidas y puedan crear aventuras memorables gestionando campañas enteras.
Nuestra recomendación es que si los vas comprando de a poco, vayas en el orden que establecimos de estos.
Por último…
En una partida de Dungeons & Dragons no se gana ni se pierde. O, al menos, no tal y como se entienden estos términos normalmente en un «juego de mesa». Puede pasar de todo: que tu personaje muera, se transforme, que el grupo entero fracase… pero el punto de jugar D&D está allí. En crear una historia memorable, pasarla bien y descubrir de qué estamos hechos.