Postales de Navidad con ilustraciones vintage

Postales de Navidad: origen y nostalgia de una tradición a punto de desaparecer

Un recorrido histórico y cultural por la evolución de las postales de Navidad, así como una pequeña colección de sus diseños clásicos.

Sentarse a elegir, ordenar, escribir y dedicar un buen puñado de postales de navidad es un arte verdadero que, por desgracia, ha comprado ya su boleto para subir al tren del olvido. Lo que en otra época se sintiera como un deber y disfrute, es ahora una tradición en desuso. Un pasatiempos para excéntricos desorientados y uno que otro corazón lleno de nostalgia, tal vez, pero nada más.

Con la facilidad que hoy tenemos para mandar veloces mensajes acompañados de algún gif o sticker en redes sociales, poco a poco mandar una tarjeta decembrina por servicio postal se siente meramente anacrónico. Vetusto y crujientemente antiguo. Un esfuerzo que no sólo oprime nuestras agendas con su tardanza, sino que implica dos volados al aire. El primero, que se vincula directamente con la esperanza de que esta misiva llegue a su destinatario original, sin perderse en el camino. Y el segundo, que quien reciba este pequeño detalle realmente aprecie el empeño puesto en todos y cada uno de sus fragmentos: tiempo, imaginación y hasta tinta.

Postal de Navidas clásicas con ilustración vintage
Postal de la Brian L. Bossier Collection, circa 1900.

Sin embargo, para quienes idealizamos el pasado y sentimos debilidad por las tareas old school de vivir en este mundo, firmar una postal navideña en pleno siglo XXI es todavía un placer total. Una oportunidad de conectar con la gente que amamos. De abandonar los ardides digitales de nuestra época, incluso.

Algo importante en todo esto, también, es que enviar postales de navidad a familiares y amigos puede convertirse en una declaración de interés. De cariño. Puede que sea leída como un halago absoluto. ¿Quién se puede dar los minutos hoy de escribir una carta, por muy pequeña que sea, y llevarla a una oficina postal? Puede que tú, si es que tomas tan preciada decisión una vez que termines de leer estas líneas.

Postal de navidad con ilustración vintage de pájaro y muérdago
Postal de 1906.

Además, hay algo de romántico e intelectual en todo esto. Imagínate. Como Jane Austen, Tom Wolfe o Neil Gaiman, sentándote a esbozar tus pensamientos, rasgados uno a uno sobre el papel. Asimismo, un perfeccionamiento en tu gusto por la caligrafía, los bolígrafos, las estampillas y hasta el gramaje del papel. Date la oportunidad. ¿Lo más destacable para esta temporada? Que hay diseños increíbles llenos, justamente, de nostalgia y gusto retro que puedes utilizar. A continuación, un breve rastreo de su historia y algunos ejemplares que han capturado nuestras mentes.

Origen de las postales de navidad

La historia de las Christmas Postcards es relativamente corta, si pensamos que 181 años es una edad bastante joven junto a otras tradiciones. Todo comenzó cuando un funcionario y académico del Reino Unido, Sir Henry Cole, acababa de trabajar para aprobar una reforma que reducía el costo del franqueo —poner los sellos a una carta— a un solo penique. Entonces, para alentar a los ciudadanos británicos de todos los ámbitos a utilizar el sistema postal (yayudar a financiar el cambio) necesitaba encontrar cómo persuadir a que más personas utilizaran el correo.

Siendo víctima de las costumbres de la época, Sir Cole tenía una segunda intención —y el mejor de los pretextos— para impulsar el uso postal. La sociedad victoriana vivía un renacimiento importante de banquetes, fiestas y obras de caridad en familia. Entre estas tradiciones, escribir una carta larga y personal y visitar a amigos y conocidos para desearles unas felices fiestas era importantísimo.

En una sociedad como ésa, creciendo a pasos agigantados, comenzaba a escasear el tiempo y los recursos para lograr esto. Por tanto, Sir Henry Cole ideó una tarjeta navideña genérica, bellamente decorada y fácil de llenar, capaz de reemplazar aquella larga dedicatoria.

La primera postal navideña en la historia

La primera tarjeta de navidad en toda la historia
La primera tarjeta de navidad en toda la historia.

Era 1843 cuando Sir Henry Cole encargó el diseño de la primera tarjeta navideña a John Calcott Horsley. Una escena coloreada a mano que fue posible gracias a la tecnología de vanguardia en aquella época: la impresión litográfica.

En su escena central, un banquete. A los costados, paneles que mostraban actos de caridad. Fundamentales en la narrativa decimonónica de esta festividad.

Fun fact: en este mismo año Charles Dickens publicó —y popularizó— el clásico Un cuento de Navidad.

La segunda postal navideña en la historia

La segunda postal de navidad en toda la historia
La segunda postal navideña en toda la historia.

Diseñada por William Maw Egley, la segunda tarjeta de navidad en toda la historia fue distribuida en 1848. De nueva cuenta, un banquete en la imagen central. Acompañando a los costados, diferentes viñetas con distintas actividades navideñas, diversiones, patinaje sobre hielo, elementos botánicos y caridades.

Evolución de las tarjetas de Navidad

Felicitación de fiestas decembrinas
A Happy Christmas to you. Saxifraga oppositifolia. Sion. By Helga von Cramm. Marcus Ward & Co. c. 1880.

Con el paso de los años, la efervescencia y gusto por mandar postales navideñas hizo que éstas se convirtieran en genuinos tesoros para compartir. Artistas e ilustradores de las más grandes tallas contribuyeron a su transformación. Tanto así, que galerías y museos terminaron mostrando los diseños más relevantes de la época. Un hecho ejemplar es que para pintores y dibujantes de la Royal Academy de Gran Bretaña estuvieron envueltos en la creatividad de las tarjetas, lo cual les catapultó aún más hacia el gusto sofisticado de las fiestas con un toque de nostalgia navideña.

Tarjeta festiva
Una postal de Ohio, entre 1905 y 1909.

En todo este apogeo, podemos mencionar a Marcus Ward, el primer diseñador de postales de Navidad que centró su trabajo principalmente en este medio. A él también se le debe la incorporación de dos de los diseñadores más talentosos y prolíficos de esta tradición: Kate Greenaway Walter Crane. A ella, a su vez, se le atribuyen los retratos infantiles típicos de la temporada, mostrando situaciones acogedoras y divertidas.

Así, el camino de estos productos festivos llegó a uno de sus episodios cumbre…

Las postales de Navidad en Estados Unidos

Que, en términos prácticos, se pueden narrar en tres años y eventos clave:

  • 1873. Louis Prang —conocido hoy como El padre de la tarjeta navideña estadounidense— comenzó a producir tarjetas navideñas en su fábrica de Roxbury, Massachusetts. Un ferviente defensor de las artes y de garantizar el acceso a las obras de arte para todos, Prang estaba convencido de que la tarjeta navideña era el vehículo ideal para conectar al público estadounidense con los mejores ilustradores y diseñadores del país.
  • 1912. Una nueva técnica llamada impresión offset comenzó a despegar. En lugar de las pesadas planchas de metal que se utilizaban anteriormente, los impresores utilizaban rodillos de goma en sus prensas para desarrollar diseños más nítidos y coloridos.
  • 1915. Una empresa poco conocida fundada por los hermanos Hall, hoy conocida como Hallmark —sí, la de las películas más cursis de Navidad—,  decidió probar suerte con esta impresión. El resultado: efectivaente impulsó la demanda de tarjetas navideñas hasta bien entrada la década de 1950 y más.

A nivel global

Postal de navidad con ilustración en la nieve
«Tobogganing» chromolithograph (1886) by Henry Sandham (1842-1910).

Hallmark y sus competidores encargaban diseños a artistas tan diversos como Salvador Dalí y Norman Rockwell. Esto les hizo grandes objetos de deseo y coleccionables que a la fecha siguen despertando la imaginación de la gente.

Entre 1960 y 1990, la implementación de imágenes fotográficas, diseños digitales y láminas metálicos o con destellos se hicieron tendencia.

El valor actual de las postales de Navidad

Aunque dejadas de lado por la presencia y uso de redes sociales, las tarjetas navideñas siguen teniendo una fuerza irrevocable. Son el pretexto y herramienta perfectos para dar un detalle en extremo especial, personal y de tinte emotivo como ningún otro. Quizás estemos hablando de una tradición en desuso, pero eso no borra el hecho de que, por ello mismo, se trate de un acto cada vez más lujoso y que hable de lo mucho que nos interesa su destinatario. No cualquiera manda hoy una postal.

Da clic aquí para descargar en alta resolución las postales que has visto en este artículo (¡y más!) completamente gratis y libres de derechos.

COMPARTE

contenido relacionado